Desde el oficio de peluquero llega a la enseñanza superior para titularse de profesor.
La vida para José Sáez, en realidad no ha sido fácil.
Este profesor de 55 años, oriundo de Punta Arenas, proveniente de una familia modesta; su madre manipuladora de alimentos, su padre exonerado político y el mayor de cuatro hermanos, debieron sortear muchas vicisitudes que las circunstancias fueron poniéndose en el camino.
Su familia llegó a Renaico en el año ‘78 en busca de mejores condiciones para vivir, ocasión en que su madre ingresa a trabajar a la otrora Escuela de Roblería (G-87 Manuel Rodríguez), en esta escuelita rural, ella, además de cuidar el recinto, era manipuladora de alimentos y auxiliar. Su enseñanza básica la hizo en el Liceo de Renaico y la media en el Liceo de Hombres de Angol.
SU MADRE
Nos relata este docente que su madre, siempre buscó el sustento para sus hijos. Trabajó en una emblemática residencial de Angol de propiedad de Olimpia Garrido, ubicada en calle Caupolicán frente a la Prefectura de Carabineros, allí José Sáez pasó parte de su infancia. Además, junto a algunas amigas de Renaico (Mila y Rosa), vendía quesos y mantequilla en los alrededores de Angol y Nacimiento.
Ella en su afán que en casa no faltara nada, buscó distintitas instancias para generar recursos, desde peluquería, cursos de repostería y curtiembre. Este último conocimiento, lo adoptó como oficio y empezó a involucrar a sus hijos en especial a José.
“Todos sus conocimientos me los traspasó a mi como hijo mayor fue así como aprendí a curtir, a fabricar casacas, bajadas de cama, alfombras hasta que finalmente me dediqué a la costura para ayudar en la casa y paralelo a eso estudiaba. No fue fácil”, dijo.
PELUQUERIA
Cuando estaba cursando el 4to. medio en el Liceo de hombres de Angol, hizo un curso de peluquería, oficio que combinó con sus estudios superiores.
“Comencé con una silla y un espejo, muy precarios y poco a poco comencé a armarme de clientela y me comenzó a ir bien, lo que me permitió sostener la casa y educar a mis hermanos”, relató Sáez.
DE DIRECTIVAS A LA UC
Los liderazgos comenzaron a aflorar desde el curso de sus hermanos ya que, en su calidad de apoderado, asumió la presidencia de los cursos (San Francisco) que le permitió trabajar con varias personas de Renaico.
Cuenta José Sáez que, tras dar la Prueba de Aptitud Académica con buen puntaje, se comenzó a cuestionar el tener que dejar de trabajar para irse a la Universidad Católica de Temuco inscribiendo dos carreras: pedagogía en primera instancia y asistencia social como segunda preferencia.
“Ahí comenzó mi disyuntiva si me iba a estudiar o seguía trabajando, pero una amiga (Marcela) me dio el impulso y consejo oportuno para irme a la enseñanza superior”.
Estudiaba de lunes a viernes y el fin de semana en Renaico trabajaba en jornadas extensas que le permitían dejar el sustento para la familia y su carrera.
“Gracias el trabajo del puro fin de semana, con la ayuda de Dios, pude dejar el gasto de la semana para mi familia y mis gastos en la UC”.
BULLYNG
Nos cuenta José Sáez que por su condición homosexual, sufrió de contante bullyng y discriminación sexual, “porque en ese tiempo era complicado…creo que yo le abrí el camino a todos los homosexuales o gay acá en Renaico, porque cuando llegué era como un bicho raro y en ese sentido desde niño en básica la pasé muy mal, pero al final todo esto me sirvió ya que tuve que aprender a buscar las herramientas para enfrentar la vida de mejor forma y esto le ha ayudado a enfrentar cada golpe que he recibido y me he podido reinventar y hacerme más fuerte”.
DOCENTE
Tras egresar, realizó un reemplazo en un establecimiento educacional de la ciudad de Freire. Posteriormente se fue a trabajar a la escuela de Huequén en la comuna de Angol, donde estuvo 1 año y otro año en la Escuela Diego Dublé Urrutia.
Luego de algunos años, llega a trabajar a la escuela Nobel Gabriela de Renaico, donde tuvo una amarga experiencia, “que fue otro aprendizaje más…la vida me golpeó…me caí y tuve que saber levantarme…me fui un tiempo y tras volver a Renaico, retomé la peluquería”.
Precisó que su sueño siempre fue ejercer en una escuela rural, como una forma de volver a sus raíces, hasta que le dieron la oportunidad de llegar a la Escuela “Julio Montt” de El Almendro, como profesor encargado.
“Logré hacer varias cosas en esa escuela: huerta, jardines, mejoré el entorno; trabajé de lunes a lunes, allí descubrí que tengo algo de TEA ya que necesito mi espacio de soledad y de poca bulla”.
INCENDIO
En el incendio forestal que afectó a la precordillera y especialmente a dos sectores rurales de Renaico: Tolpán y El Almendro, la voracidad de las llamas y el viento reinante, alcanzó la escuela y la casa del director, donde el tenía su residencia, quemándose completamente, perdiendo casi todos sus enseres.
“En esa oportunidad, solo sentía la necesidad de salvar la escuela con una manguera con muy poca agua que al final con un bosque encima fue imposible. Fue muy fuerte, saqué a mis cachorros y algo de ropa”.
PRE CANDIDATO
Sáez, reconoce que hoy se ve a una comuna bastante polarizada desde el área política, aunque se reconoce apolítico, ya que es independiente, “nunca he firmado por un partido político y soy pre candidato a alcalde por Renaico, con el apoyo de Convergencia Social y ellos saben que voy indenpendiente ya que tienen claro que los apoyos que recibo son transversales. En Renaico, el color político no te marca, más bien la gente apoya a las personas”.
Respecto a la posibilidad de que se puedan realizar primarias en la comuna, precisó que es lo mejor para todos, “así no dilatas una precandidatura gastando fuerzas y recursos que al final pueden resultar desfavorbles”.
RENAICO
Finalmente, hizo una reflexión del Renaico de hoy, en el sentido que aca hay muchos perjuicios y reconres acumulados, “en el hecho que si no eres de mi lado o no estamos de acuerdo resultas afectado. Hoy debemos fijarnos en las capacidades, en el aporte o en lo que se hace o se entrega”.
“Debemos cambiar la forma de gobernar y de hacer política y debemos hacerlo con el ejemplo”, concluyó José Saez.
(Entrevista y redacción: Fernando Echeverría Medina)