Escribe: Fernando Echeverría Medina – Editor periodístico.
Si esperaba que este fuera un chiste machista de muy mal gusto; es todo lo contrario. La columna en cuestión viene a poner en el tapete la abnegada y muchas veces silenciosa labor de la mujer.
Hace unos días, en una conversación de oficina, la secretaria de una empresa le pregunta a un colega ¿Su mujer trabaja? y él le responde “No, ella es dueña de casa”. La respuesta de este -proveedor-, comienza desconociendo lo que su esposa realiza durante todo el día en el hogar.
Ahora, el otro lado de la moneda, es el reportaje de un canal de televisión, que dejó al desnudo todo lo que significa ser dueña de casa. El periodista le pregunta a ella: como comienza Ud. el día:
“Me levanto a las 06.00 de la mañana de lunes a viernes; preparo el desayuno, ayudo y superviso el aseo personal de los hijos, mientras los niños y mi esposo toman desayuno, veo que en las mochilas no falta nada, luego dejo a los niños en el furgón y despido a mi esposo que se va al trabajo. Una vez sola en casa, recién tomo desayuno, acompañada de la radio y el lavado de loza. Luego comienzo a ordenar los dormitorios, el aseo de la casa y al medio día preparar el almuerzo para esperar a mi esposo. Luego viene el lavado de loza nuevamente. A las 15.00 horas llegan los niños del colegio, superviso que se cambien ropa y atiendo todos sus requerimientos (que son muchos). A las 18.00 horas reviso tareas de la escuela y comunicaciones de los profesores. A las 19.00 horas preparo la once-cena y comienzo a ordenar la estela de desorden que deja mi esposo cuando llega del trabajo. A las 20.00 horas me doy un pequeño relax con mi novela preferida. Mis hijos cada uno en sus dormitorios con su celular mi esposo en redes sociales. A las 22.00 horas me aseguro que los niños estén acostados y listos para dormir; mi esposo dormido en el sillón y sin decir agua viene, se va a acostar. En ese momento, ordeno la casa, preparo las mochilas para el día siguiente. A la media noche, me doy un pequeño tiempo para mi, con mis cremas, redes sociales, mientras mi esposo duerme”, relató la mujer.
Por todo lo anterior, desde esta tribuna, saludo a madre (Sonia Medina) a mi mujer (Nancy Puentes), a mis hijas (Yasna, Jazmine, Katherine, Militza y Camila Echeverría), a mis primas, a toda mis amigas, a mis ex colegas de la Municipalidad de Renaico, a todas esas mujeres que son: psicólogas, profesoras, doctoras, enfermeras, contadoras, estilistas, cantantes, chef, espiritistas, hipnotistas, heroínas, videntes, chofer, GPS, cajero automático, reloj despertador…a todas ellas, FELIZ DIA DE LA MUJER. Mi eterno reconocimiento a todas las historias de resiliencia y lucha.